RAZÓN DE HABLAR








Del Libro Casialgo de Marce López Sirer



  

Si se me va la razón de hablar, se me va la razón de sentir.

Humo de chimenea subido vertical en aire quieto: recta azulada, sin temblor, en la pulpa del espacio.


Olor de hogar tras la piedra.

Baño de sol frío. Cielo añil.

El hombre de la humanidad está solo.

Los hombres que rodean al hombre, son de cada cual: se precisan todo para sí.

No hay compañía para el hombre. No hay recurso. No hay dilema: su camino es único, irrepeti­ble, irreversible.

Llegado a su pared de enfrente, sólo él y su pared. Su grito inútil o su silencio: la humillación caída de su poder.

Se me ha caído el movimiento en la modorra: vibración petrificada. Está lejos, pero no es la distan­cia la causa del corcho... Es que no hay huella. No hay trazo vivo. No hay estrella a la que asir mi mano...

Luego de la distancia y el tiempo, se puede esperar y, yo, no espero. Tampoco necesito esperar ni esperanza: no tengo sed ni esperanza  ni deseo nada..

¡¡¡Bostezo!!!

Puede que me despierte cuando vuelvas. No lo sé; en todo caso, ya no será lo que fué...

 

                                                                            ***

 

Compartit per a Cap Vermell per na Caty Martinez i en Joan Sancho "Jusan"