Del Libro Casialgo de Marce Lopez Sirer



IVANA
 

Me han regalado una perrita blanca con manchas negras; Dálmata de raza.

Ahora es pequeña, chiquitina y preciosa de ver y grata de sentir entre los brazos, juguetona... pero,... crecerá... y,... No sé...

Cuando la joven con la que conviví una década de años, quiso tener de mí y conmigo, un hijo niña; la soñó con fruición y la llegué a soñar yo en la estela de aquel sueño...

Y quiso llamarla, antes de nacer, porque creyó sentirla ya concebida: "¡ IVANA !". Pero, en los misterios de aquel destino, no hubo hija nacida y...yo, en recuerdo de aquel suceso y, de toda buena fé, aunque carente de la necesaria delicadeza, que una madre, tiene por instinto aunque no llegue a ser Madre y, por mi parte, sacrílego inconsciente, se me ocurrió en idea, como simple recuerdo, bautizar a mi perrita: "IVANA".

...

Cuando la joven se enteró de mi proyecto y ocurrencia, se enfadó muy de veras y consideró que me hallaba en pecado mortal porque, una criatura como la soñada, era sagrada... y, ningún can nacido o por nacer, o cualquier otro animal o persona, podría jamás llevar tal nombre ya que, tal nombre era exclusivo y no se poda repetir y, menos en este caso en que estaba pensado y dedicado a un ser tan íntimamente esperado, deseado y querido, aunque no nato, porque seria un sacrilegio...

Yo, comprendí pero, ya demasiado tarde, y me sentí muy mal por mi falta de sensibilidad y muy culpable...

...

A la perrita, le puse otro nombre...
...

Mucho me queda por decir, mucho más que sentir pero, aunque mucho siento, nada digo...

Siempre hay que dejar un resquicio para que, el lector, saque sus propias consecuencias...

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Compartit per Caty Martinez i Joan Sancho ·Jusan·