Del llibre Casialgo de Marce López Sirer
LUEGO DE LA HERIDA*
¿Por qué estaré tan cansado y... tan despierto?. Hay una fatiga profunda pesando en los párpados. Nada está vivo en cuanto percibo. Sólo mi espíritu y Tú palpitando en el centro del mundo.
Quizá te vuelva a ver algún día. ¿Qué te verán mis ojos luego de esta primera herida?...
...
Pensé que iba a ser muy difícil pero..., cuando entraste, y mis ojos se abrieron, así de grandes para verte toda, para abarcarte completa, para recoger entre mis párpados todo tu rostro: tu rostro de piel y de forma y tu rostro de alma; tu rostro de adentro...
Hallé que no eras de piel ni eras de carne: eras de luz; de una luz que, en un solo instante, se tragó mis sombras y, mi sangre, atormentada tantas horas, se me movió sola y violenta en un trallazo súbito por los hilos de las venas... y... se me fueron los brazos a Ti como se van las palomas a su palomar luego de un susto grande...
Compartit per Caty Martinez i Joan Sancho-Jusan