LATIDO
Del libro Casialgo de Marce López Sirer
Hoy quisiera encontrarle a la raíz de mis fuentes, un motivo de alegría, de sonrisa, de optimismo para daros sus perfumes en un ramillete de palabras y no solo quisiera encontrarlo sino que me brotase, por sí solo, por sí mismo, empujandome fuerte, enérgico, fecundo a que le diese forma perceptible en mi palabra para compartirla con todos vosotros: los todos.
Lo quisiera palpitante, sin buscarlo: hallado.
Porque; hallado, no es lo mismo que buscado; si hallo, es genuino, natural, vivo en su misma causa; libre, venido a mí de su propia mano como una corriente de río nacido para andar saltarín los recovecos de todo su camino... Si lo busco y lo encuentro ya he sido yo el que fué a buscarlo; ya no tiene la misma virginidad primaria porque le tuve que poner el hacer de mi mano para encontrarlo y, así no es igual de aristocrático, noble y señorío. Así, ya no es, el suyo, el mismo puro latido...
Y, si quisiera hoy encontrarle en la raíz de mis fuentes, es que lo estoy buscado; es que ya no me ha salido en un prodigio de salto, de improviso sorprendente, en una flor de sonrisa en el camino,en una flor de sonrisa reflejada en la laguna Y, ello, para mí, aunque es hermoso de pensar y de sentir, y de que, lo que en mi idea anida, no es latido genuino: es generosidad del acto generoso de dar pero, la verdad del deseo, es que no lo tengo hecho por sí mismo, desde su íntimo nacimiento y verdad . No me pugna. No me aprieta, no me llama a nacer por nacer, porque no es una hora o la hora de su madre...
No me pugna por nacer, por mostrarse; no me grita su grito de bullicio en el propio corazón y, por ello, pese a mi ferviente deseo, no os lo puedo dar desde la pureza de sí mismo como yo quisiera, como es de mi natura hacer: me es como un hijo del que cuelgan flotantes, airosos, como si no estuviese límpido, como si no fuese transparente en el todo de su nacimiento...
No, no es estar triste, no es estar descalabrado, no es un ácido sabor... pero tampoco es un brinco ni una maravilla de aurora que debiera ser más alta y poderosa que mi propia personalidad, que todo mi deseo...
Si tengo la sed de hallarlo, significa que no lo tengo nato, por lo menos ahora mismo. Y si no lo tengo en motivo y razón, ni en salto ni en vibración venida a mí y no buscada; surgida espontánea y libre y,... si mis violines, no pueden traducir sus notas para daros sus sonidos como yo, de verdad, quisiera pero, en mi interior, bulle el deseo de desear como una necesidad perentoria y, ahora mismo, no lo tengo en causa y en raíz ni en salto ni en vibración surgida espontánea y libre y, mis violines, no pueden traducir sus notas para daros sus sonidos como yo, de verdad, quisiera pero, en mi interior, bulle el deseo de crearlo aunque sea sin un motivo concreto de suceder.
Que me surja ingenuo para ponerlo vibrante e impelente en el oído de vuestros ojos porque, los ojos que leen, son los oídos para la voz y canto escritos sin sonido.
Y es que me parece tan largo ya el tiempo que os estoy hablando sin lírica; con sustancia pero sin poema y me duele que le falte a mi poeta la causa y motivo a quien dar forma con la voz de mi palabra y yo necesito ese motivo, no solo contenerle: darse para que mi lira suene, para poneros en el corazón una danza sutil en la que halléis un descanso, un solaz o una sonrisa que os venga de mi decir y os lleve un poco de descanso, entre los abrojos que la vida depara o lo intelectual que, muchas veces, me surge espontáneo, os agobie...
Si escribo, cuando escribo, es porque algo me impulsa a que lo haga y, la luz que entones se abre en mis fuentes, lleva impulso de salida, de brotar, de darse, de salirse del límite original de mí mismo; sin un proyecto determinado: simplemente; sed y necesidad de brotar...
En todo caso, hoy no me siento en un día lírico pero, por lo menos, lo sentí en la intención... y esa intención os entrego....
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Caty i Joan