LA PALABRA





Del libro Casialgo de Marce López Sirer


Las palabras palpitan sus sentimientos, sus deci­res, sus dramas, sus sonrisas, y sentires, en si­len­cio. No tie­nen voz en la garganta. Se las oye o

se las es­cu­cha pero no hablan, no expresan en la voz; la contie­nen y la expresan según la entiendan o se­gún la comprendan, según lo que contengan o la sensibilidad flote en sus , misterios.

  Sin decir nada, dicen.

  Sin pronunciar, voces o ecos, muestra su elocuencia y la viste con los ropajes que más le cuadre a la idea o el sentir que llevan conte­niendo.

  La Palabra es y, siendo, existe en el sentido que conlleva. Su expresar es un discurso que se extiende en todo lo largo y ancho de su propia con­cepción, de su propia idea.

  La Palabra, es tan extensa o tan sencilla como la idea que la informa.

  La palabra no es materia, es sonido pero un sonido nacido de concepto, de un sentir. Es una vibra­ción del aire pero, cada una, lleva su conteni­do , su discurso y  su consecuencia en el vial que conduce por las rutas y senderos desde la fuente hasta el cumplimiento de su misión .

  Una palabra o un conjunto de ellas puede ser una familia o no formar ninguna pero, siem­pre, su misión, es una transmisión de conceptos, de pensa­mientos, de sentimientos, de cantos o pro­sas , de ideas que te llevan a alguna parte, a algún fin en lo científico o en lo sentimental.

  La palabra, de una u otra forma, inspira, sugiere, abre las aldabas de los portalones o la de los delicados encajes de la piedra... canta o ríe se hace  concreta y parca o deviene un conjunto de sonoros cimbales.

  Arte o Ciencia, yace callado hasta que des­pierta...

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    Caty i Joan