Del llibre "Casialgo" de Marce López
Si yo miro los seres y cosas del mundo, con mis ojos naturales, los veo tal y como son para mis ojos.
Si yo no le pongo mi instinto de bordar a mis ojos, los seres y las cosas, ya son diferentes para la capacidad imperceptible de mis ojos que les llega de mis fuentes de encajes y, son tan otras, que dejan de ser las mismas para ser mi visión de ellas con el lujo de mi sensibilidad.
Si, la piedad de mis ojos, no se acoge a mi mundo exterior; las cosas y los seres, siguen siendo quien son y, sin dejar de ser auténticos, ya son diferentes por el soplo de mi capacidad de arte...
La mayor belleza, no es por sí misma, ni contiene las condiciones de la belleza. La belleza, surge a través de la calidad y condición de los ojos con que las miro y, de igual forma; el olfato, el sabor o el oído...
Toda la percepción humana, depende de las características de esos sentidos humanos porque, los sentidos de cada especie, no perciben exactamente como los humanos ni los humanos lo hacen con la misma calidad generalizada: está distinta en cada individuo...
Quiero decir que, si la participación de los sentidos no es generosa, todo a nuestro alrededor, tendría aspectos y cualidades muy diversos.
Si miro con los ojos propios, al través de un microscopio, de los Rayos "X" o de un telescopio, mis ojos, sin dejar de ser mis ojos, dejan de serlo y, el aspecto y la contextura del objeto observado, cambia rotundamente: la tez de una cara juvenil, aparecerá como un cúmulo de poros similar a una superficie volcánica de cualquier planeta o, el simple vello imperceptible, tendría visos de selva amazónica
Si, por otra parte, aun usando mis sentidos en su condición normal, la percepción normal elaborada en mi cerebro, seria distinta según la calidad de mi propio cerebro o la del espíritu intrínseco en mi naturaleza. Yo no veo o contemplo, como muchas otras personas: veo y contemplo con mi calidad de mirar que, no está únicamente en los ojos en sí, sino que va acompañada de un halo o especial condición que me permite ver los objetos y hasta los sentimientos ajenos y los míos propios, a mi especial manera.
Ello no implica que la realidad deje de serlo en si misma pero, mis sentidos específicos, le ponen el ornamento que mi imaginación les hace distintos a sí mismos y a la percepción de cualquier otra mirada: les descubre aspectos vedados a otros seres humanos o a otros animales que de ojos vayan provistos.
Los hay que están incapacitados para percibir de otra forma que en la realidad natural y simple, que no sea la que da la imagen llegada a su retina en su dimensión fisiológica sin más ornato y , así.......lo ven todo y así quieren verlo, en la realidad escueta. Son los que tienen "los pies en el suelo"; los realistas, los prácticos o los insensibles a estas percepciones especiales.
La realidad es y existe pero, a mi, me resulta cruda e insoportable si no tengo el auxilio, en mi contenido, para la poetización de mi entorno y, ello, sin que éso me impida el poder captar con el mismo realismo que el más realista de los humanos.
Yo no puedo intervenir, ni ello me interesa ahora mismo, quien sea, al ver una botella, por ejemplo, la vea solo en su forma u otro la vea en su cristal, o en su color; en su utilidad o en su contenido siendo, como es, la misma botella, la misma realidad para sus ojos...
Sin la facultad de bordar, de poetizar sobre la captación de mis sentidos, la vida me seria, creo, tremendamente penosa.
Yo llamo a los Poetas y Artistas de toda clase, a no abandonar el uso de sus facultades y transmitirlas por doquier a fin de que, la humanidad tenga, por lo menos, el consuelo de un refugio que les proteja, en parte, de tanta "aparente" fealdad, crudeza y acritud como se contempla o, por lo menos yo, olfateo,...desde mis fosas nasales perfumadas, en tiempos de realidades.
Fomentad el Arte desde las Cátedras de los Artistas.
Cabe la esperanza de no ser engullidos, desde niños, por las fauces del realismo con lo que se iría perdiendo en el mundo, el don de percibir, desde los sentidos, la sugerencia de la belleza y el quedarnos en un espectáculo frío, matemático de alma rasgada y práctica erigida en ídolo del materialismo crudo, árido, seco y áspero, sin aliciente superior y, además, deshumanizado en el sentido que yo lo entiendo; de la humanidad que, en principio, vino ya tocada por una Divinidad que ya empezó a mostrarse por la mano tosca que dejó inmortalizados en los rústicos dibujos en las cavernas llevando la impronta milagrosa del trazo artístico y especial de la mano que solo la mano del Artista preconiza.
Es cierto que, alguien debe ser realista y práctico o contener una dosis de ello pero, pretendemos que, hasta al más insensible, le quepa la posibilidad de no perder totalmente, su condición HUMANA para quedarse en un espasmo deshumanizado.
No sé si, todo ésto, tiene algún sentido fuera de mi propia condición o si a alguien importa pero, como asi lo siento, asi lo expreso...
Compartit per Caty y Jusan