Veïnats i membres del PAH recordaren el veí de Cala Rajada finat








Dissabte, dia 7 de juny, un grup de veïnats Capdepera i Cala Rajada se van concentrar a la Plaça dels Pins  convocats per la Plataforma d’Afectades per les Hipoteques a Mallorca. El motiu de la concentració era retre homenatge al veïnat de Cala Rajada que es va suïcidar, "després de saber que havia de ser desnonat" segon la PAH-Mallorca.




Aquest fet que ha causat un forta impressió i ha estat molt comentat.

Després de fer un minut de silenci se va llegir un manifest molt reivindicatiu (que a sota reproduïm). A l'acte van assistir alguns regidors de l'Ajuntament de Capdepera, amb el batle al davant.  



Esta semana pasada falleció nuestro vecino, compañero y amigo.

Víctima de la crisis dicen. Víctima de una depresión, de una situación personal,  podemos leer en la prensa.

¡MENTIRA! 

Es la víctima de un sistema controlado por unos pocos, políticos y banqueros, en la que las personas se deshumanizan en forma de balances, estadísticas, números y tendencias.

Víctima de una sociedad sesgada de su dignidad, víctima de los recortes a los derechos fundamentales, víctima de la violación constante de los derechos humanos, víctima de una educación impuesta que criminaliza a las personas y familias con pocos o sin recursos, que ha logrado en cada persona interiorizar como propio el sentimiento de culpabilidad y de vergüenza de las consecuencias de los abusos y la mala gestión de gobernantes, empresas y entidades financieras.

En su último aliento de vida, nuestro compañero se disculpaba en una nota, por no poder pagar el alquiler de su vivienda.

Pero el culpable no era él.

El Estado Español y la Unión Europea, reconocen en sus respectivas cartas magnas el derecho a una vivienda digna, el derecho a la intimidad. Reconocen la vivienda, el hogar, como un espacio inviolable, la base para poder ejercer el resto de derechos: A la educación, a la sanidad, a la participación democrática, a la vida.

En tanto los gobiernos, Español y Europeo, no ponen los medios para garantizar los derechos humanos, se convierten en culpables de las consecuencias de la omisión de los mismos. En tanto que anteponen el rescate a la banca, la recuperación económica y los intereses de los lobbys financieros, al bienestar de las personas, se convierten en los brazos ejecutores que desahucian a las personas, de sus medios de subsistencia, de sus hogares, de su dignidad y finalmente de su vida.

Mientras las administraciones públicas se afanan a pagar con el dinero de los impuestos de la ciudadanía, la deuda ilegítima a las mismas entidades rescatadas con el dinero de esa misma ciudadanía, se dedican a recortar servicios sociales, sanitarios y educativos. Y sin ningún tipo de vergüenza presumen y alardean desde sus despachos, chalets, tras los cristales tintados de sus coches de lujo, del superàvit conseguido, de la tendencia a la recuperación, mientras las personas hacen cola en servicios de beneficencia o rebuscan comida en los contenedores de basura, mientras miles de personas son diariamente desahuciadas sin una alternativa habitacional digna.

Por eso, frente a las políticas para rescatar a la banca, exigimos una renta mínima universal. Frente a la precarización del mercado laboral, exigimos un trabajo digno cuya remuneración permita un nivel de vida más allá de la subsistencia. Frente a las políticas para incentivar la compra de vivienda, exigimos un parque de vivienda social para todas las personas, accesible de acuerdo a sus posibilidades y que garantice el derecho a una vivienda digna. Frente al adoctrinamiento neoliberal de la sociedad de consumo, educamos a las personas en los derechos que emanan de la dignidad humana. Frente a la criminalización de la movilización social y contra la injusticia, actuamos con la desobediencia civil pacífica.

Porque lo sabemos, lo vivimos y lo demostramos día a día... que...

¡SÍ SE PUEDE!

Plataforma d'Afectades per les Hipoteques a Mallorca