El anciano es la última  fase de la decadencia orgánica que conduce, a la par, a  la decadencia intelectual; en consecuencia, deducimos que, lo intelectual está en dependen­cia directa de lo orgánico. Lo intelectual, está originado por lo orgánico y, una vez que las facultades del organismo se agotan, ese organis­mo, ya no precisa del servicio del intelecto y, por ello, organismo e intelecto, siguen un curso parejo porque se dependen...Lo que llama la atención es que, ese intelecto, entre en decaden­cia, precisamente, cuando más poderoso és o cuando contiene el mayor grado de conocimien­tos...

La existencia del intelecto no es más que el acopio de las propias experiencias adquiridas en el curso de la vida del organismo más aquella que aprendemos de la historia de los conocimientos de los antepasados y, su existen­cia, no tiene más finalidad que prestar servicio a lo orgánico mientras éste lo precise. Así me parece o deduzco,...pero es chocante que, ese intelecto, decline y desaparezca, precisamente, cuando más lo necesita el organismo para contrarrestar la decadencia de éste:  es ilógico en el seno de la lógica....

                                                                            ***

 
Compartit per Na Caty Martinez i en Jusan